Nuestra integridad
Probablemente, escribiendo, sea el único momento en el que me encuentro a mi misma. Lo terrible que, como todo, se va contaminando de conceptos, palabras, ideales y supuestos. Ya no es tan fácil llegar al núcleo de tu todo. Mientras mas lees, mas vivís, mas pasos haces, las cosas te van envolviendo y te sumergen en un mundo donde te olvidas de la esencia de las cosas. Y frustra, mucho. Vivimos buscando respuestas, pero no se trata de responder algo, sino de volver a ese algo. Yo creo, firmemente, - y no se bien porque- que todos sabemos, y que conocemos, esa esencia de uno, de la vida, del amor. No se trata buscar respuestas, "¿Cómo encontrar algo que no se ha perdido?". Sino de ir sacando de encima nuestro aquellas cosas que nos ciegan mas de lo que nos abren al mundo ".. deja ir aquello que ya no sirve en tu vida, permitite desintegrar una a una las capas de tu personalidad que solo retrasan tu crecimiento, para llegar así a tu verdadera esencia" explica el tono 11 de mi Kin maya. Pero es complicado, andar jactándose de quien o que es lo que te retrae de lo bueno. No creo que seamos capaces de andar señalando con un dedo a los demás o a cosas o a nosotros mismos de manera certera. No se si siempre que mandabas a la mierda algo en verdad es lo correcto. Porque lo hacemos con la cabeza, y la cabeza esta un poquito sucia. No se si es una cuestión de corazón, o de alma, o de espíritu; pero yo siempre me visualizo algo dentro mio, algo mas allá de la individualidad de mis órganos, algo más allá de mi pensar. Vendría a ser como la unión de todo, mi cuerpo en si, mi ser, lo que soy, y es como una rueda, que me mueve, y me lleva hacia donde quiero, sin importar lo que diga mi corazón por su lado o mi cerebro por el otro. Entonces yo creo en esa rueda, en esa integridad, que de alguna u otra manera inexplicable se ocupa de llevarme, de que yo sea, y de que aquellas cosas que me hacen mal o que por ahora no tienen que estar, se vayan o yo me aleje de ellas. Hace un año atrás escribí esto: "Ley de atracción La ley de creer en lo que queres, querer creerlo. Atraerlo, y agradecer. Agradecer y atraerlo. Uno libera energía y la direcciona en lo que esta encascado. Tranquilízate y tu energía se acomodara en lo que en verdad deseas. Confía en que queres lo mejor para vos y tu alrededor, confía que si obtienes el bienestar, agradecerás al universo por ello. No pienses siempre en eso, solo confía que dentro tuyo te estas manejando hacia aquella dirección. Deja que fluyan las cosas. Llenate de luz, pero empeza a trabajar para encender tu luz propia. Todos somos universo, todos somos luz y energía. Todos somos nuestro destino, y podemos ser felices hasta siempre"
Y he aquí uno de los problemas: olvidarnos de nuestra integridad. Pensamos con la cabeza, sentimos con el corazón, somos nuestra alma y nuestro cuerpo la herramienta. ¡Qué división! Va a ser muy difícil ir hacia un solo destino cuando nuestra individualidad parte de individualizar cada órgano -o sistema de ellos- de nuestro cuerpo. La cabeza te analiza todo peor que Sherlock Holmes y Freud juntos. El corazón va y viene cuando quiere, explota y nace, y vos nunca podes saberlo por anticipación Nuestra alma, creemos que esta ahí, pero nunca supimos si esta, si es un invento, o que mierda le pasa. Pero aseguramos que la tenemos, y de hecho amamos el alma de nuestros seres amados. Amamos algo que no sabemos que mierda es (y creo que pasa lo mismo con lo que denominamos "corazón"). Después de todo eso, nuestro cuerpo. Los brazos, las piernas, espalda, panza, pecho etc. Y lo que llevan adentro (o el afuera es lo que lleva el adentro). O ni les damos bola, o los explotamos, pero siempre con la idea de que son "nuestro" cuerpo, en sentido de pertenencia. ¿No sera que todo lo que somos parte del cuerpo? ¿Quién le pertenece a quién? O mejor aún, ¿porque se pertenecerían el uno al otro si acaso lo que somos es cuerpo? No es mi cuerpo quien me tiene y no es: yo tengo un cuerpo. Yo SOY un cuerpo. Yo soy este cuerpo que ahora mismo esta moviendo sus manos y dedos escribiendo esto. Qué quilombo, ¿como no sentirnos perdidos? ¿cómo no saber quien en verdad somos si para nosotros nuestro concepto de ser esta tan fragmentado? ¿cómo no sentir tanta ambigüedad? ¿cómo no carecer de equilibrio?. El equilibrio ya existe. No hay que generar un equilibrio con cada parte nuestra, porque no somos partes. Somos un ser integro, somos por naturaleza una totalidad.
Cuanta confusión que habita en nosotros. Por suerte, por más asumida que tengamos esta idea de fragmentacion de nuestro ser, la integridad es una realidad. Y esto se convierte en un claro ejemplo, de que la mayoría de las cosas que damos por hechas, por asumidas, por creencias, no son compatible con la realidad. " Confunden el mundo tal como es con el mundo tal como ellos piensan, tal como hablan de él y lo describen. Porque por una parte está el mundo real y por otra toda un sistema de símbolos - referentes a este mundo - que llevamos a nuestra mente." explica Alan Watts.
Aun así, por mas que olvidemos lo que somos, nunca dejamos de serlo. Que no sepamos que somos íntegros no nos hace dejar de ser íntegros. Y por suerte, seguimos funcionado. Y esa rueda nos mueve. A veces le damos menos bola por que estamos con la atención en nuestra partes que no existen. Pero la rueda esta, nuestra integridad esta, y esa es nuestra esencia.
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