Empezemos a contar: uno, dos y tres...
Los numeros son infinitos, pero nosotros no. Vivimos atados a limites, tan sencillos materialmente, como sentimentalmente, pero, más que nada vivimos atados al limite de la vida, que algún día termina. ¿De que me(nos) sirve vivir pensando en aquel limite, si lo unico que hacemos es perder el tiempo?. ¿De que me sirve a mi, vivir atada a los conflictos de la politica, de la economia, de lo que es justo y no?.. si reir, un buen abrazo y estar junto a nuestros seres queridos son la unica receta para crear el bienestar y la felicidad en nuestros cuerpos.

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