El arte de cojer
Estoy expectante a cada movimiento,
estoy percibiendo tus movimientos.
De repente te acercas,
y con tus labios mi oreja rozas...
el calor de tu cuerpo se une a mi ardor.
No me interesa si tus manos
tocan mis senos o mis labios,
solo me entrego a tu cercanía
a esa indudable armonía
representada en suspiros y sudor
y muchísima pasión.
Tal vez me estés penetrando,
tal vez me estés acariciando,
yo solo siento una única sensación,
nuestro amor en plena expresión.
Me encanta sentir tus manos desesperadas
porque no saben por donde empezar,
ni por donde terminar.
Me encanta escucharte rezongar
por no poder ni un segundo soportar
no acariciarme toda mi alma.
Nunca en mi corta vida
hice el amor como lo hago con vos.
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