Extimidad

"Nuestras personalidades, subjetividades y "relaciones" no son cuestiones privadas, si por ello entendemos que no son objetos del poder. Por el contrario, están inmensamente gobernadas. Quizas siempre lo estuvieron." Nikolas Rose
Desde hace mucho tiempo que hay límites que establecen desde donde la vida es una puesta en común, un encuentro con los demás, y desde donde la vida es un espacio cerrado, privado, donde lo que suceda allí nada tiene que ver con el resto del mundo.
Si partimos desde la idea de que todo es una construcción social, que lo establecido no es nada más ni nada menos que algo que se puede desestablecer, que no es fijo, que no es natural, que no es eterno, entonces es interesante animarse a cuestionar esta idea de lo privado y de lo publico respecto a la vida de cada persona. Es interesante preguntar a qué intereses responde esta concepción de la vida privada, de lo íntimo, y de la vida pública, de lo externo. Muchos pueden apoyarse en la idea de que la vida privada es un termino que nos ayuda a protegernos de los demás. Esta bien. Pero cuando ese termino se utiliza en defensa de personas que ejercen violencia doméstica, entonces permítanme decir que la vida privada es un termino que sólo a protegido a los violentos, a aquellas personas que le levantaron la mano a alguien, que violaron a alguien, que acosaron a alguien, que maltrataron psicologicamente a alguien. La vida privada aísla a las personas creyendo que quienes formen parte de ese espacio serán los únicos que podrán encargarse de los asuntos que ocurran allí. Nadie puede meterse ni opinar sobre la vida privada del otro. Si nos manejamos en esos términos ¿que podemos proteger? A las víctimas, la vida privada nunca las protegió. Solo pudieron ser ayudadas cuando alzaron la voz, cuando cruzaron las paredes y pidieron ayuda, cuando contaron lo que hicieron, cuando se expusieron. Y en este punto, alabadas sean las redes sociales.
Pero no sólo termina ahí mi critica hacia ese termino. Pensemos en cuando las personas dicen que lo que uno haga en su vida privada queda en su vida privada y que eso no influye en el papel que esa persona desenvuelve en la vida en común con el exterior. Nada más lejos de la realidad. Ese límite que quisiéramos colocar ni siquiera nos lo permite el lenguaje. Las personas son lo que son estén donde estén. Las personas podrán trucar sus discursos pero siempre estará presente quienes son en su casa y fuera de su casa. No sólo eso: lo que haga en su casa, en su vida privada, influirá silenciosamente en todos los aspectos que se les pueda ocurrir. ¿Hasta que punto uno tiene un mundo íntimo, interior del cual nadie puede enterarse, en donde puede actuar como quiera sin que nadie salga dañado?
Pero acá estamos. Separando la vida privada de la vida en común. "Pappo era un gran músico y por eso hay que valorarlo, lo que hacia en su vida privada no tiene porque importarnos" Frase tan común, tan recurrida. Frase que puede aplicarse a cualquier persona, de cualquier ámbito. Frase tan naturalizada. Valoramos a las personas según sus profesiones y su labor, pero anulamos su labor como seres humanos en un mundo en común. Porque, si, para mi: no hay vida privada. Toda la vida es un estar en común con los demás, constantemente. No existe paredes ni puertas con cerraduras que puedan separarnos del resto del mundo. Todo sucede en un mismo escenario. Por supuesto, si Pappo en el hipotético caso abusaba de mujeres eso no influía en el hecho de que era bueno haciendo música. Si, Pappo hacia buena música. Si, Dante Palma escribió buenos libros. Si, Lucas Carrasco tiene un gran blog periodístico. Si, Cristian Aldana tiene un buena banda. Si, todos ellos abusaron de mujeres en gran o menor medidas. Si, todos ellos ejercieron violencia. Mientras sigamos callando esos detalles para seguir protegiendo el profesionalismo de estas personas, entonces por favor no levanten la bandera de #NiUnaMenos.
Por supuesto queda en cada uno de ustedes qué querer ver de una persona: si era un terrible forro o si era un bueno en su profesión. Pero yo sólo les advierto (algo bastante obvio) si eligen sólo valorar a las personas por su trabajo y no por su corazón, entonces sepan que son cómplices silenciosos (los más efectivos y peligrosos a mi parecer) en cualquier violencia que esa persona ejerza.

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