El paso a paso. La línea recta que determina que somos, para que estamos y hacia donde vamos. La determinación de lo que se debe en cuanto pareja. La limitación, mejor dicho. La línea recta en mi presiona muy fuerte. Me dice que si no es así entonces no es. Y ahí me encuentro con la pregunta: ¿de mi amor que es real y que es en tanto la línea me condice? ¿amor por seguir ese camino o amor por que si? ¿y que es amar porque si? "Si supieras porque lo amas sería interés no amor" una vez una amiga dijo. Y en esas palabras quise refugiarme. Pero la filosofía es muy linda cuando nada peligra. Cuando los planes cambian, la línea se desdibuja y nada de lo que debe ser sucede, ¿que pasa con el amor? Indudablemente no desaparece. Uno no sabe porque ama y menos que menos sabe porque el otro a uno lo ama. ¿Que ama el de mi? No lo sabemos. A veces exigimos de una relación respuestas que definan nuestra subjetividad, para no estar tan desparramados. Y en esa exigencia las cosas se pudren. Porque estas con el otro en tanto y en cuanto el otro te nombra. En tanto y en cuanto el amor que tiene el otro por uno demuestre nuestra potencia. Y cuando el otro deja de amar... todo se desvanece. No creo que tampoco trate de encontrar el motivo real por el cual la gente ama y es amada. No creo que haya forma correctas e incorrectas. Hay formas. Algunas funcionan, otras no tanto, pero no se sabe nunca con antelación. Lo curioso es cuando en la union uno permite la creatividad. Nadando en contra de la corriente del deber ser como pareja, se borra la linea y se dibuja otra cosa. De a dos nada es como uno quiere que sea. De a dos se da esos puntos que coiciden. Y un poco de cada uno. En esa combinación no hay forma de que sea la misma línea para todos. No hay un destino de llegada para consagrase. No hay pasos a seguir para ser nombrados como pareja. Es el vínculo entre dos.
Que a veces seas bruto, que a veces tengas gustos tan distintos, que no tengas mi sensibilidad ni entiendas mis objetivos, que a veces seas egoísta y quieras que sea como vos, no detuvo, ni un segundo, mi amor. ¿Seré tonta? pensé muchas veces. Pero mi amor por vos no es en relación a adjetivos que puedan calificarte. Mi amor es en tanto y en cuanto el modo de vincularnos. Es el estar juntos, es el fluir. El destrabar los problemas, es el querer estar mejor. Estar juntos nos hace amarnos y queremos estar juntos porque nos amamos. Y en esa reciprocidad inexplicable todo se retroalimenta y nos motoriza a salir de cada mal agüero. "Quiero tener razón o ser feliz" es una frase que llevo siempre conmigo. Y en esa frase, los dos coexistimos. Eligiendo la felicidad de estar juntos antes que ganar una batalla (que eso implica que el otro pierda).
Y es esa sensación la que hace que los dos con la frente bien alto digamos juntos " decidimos no mudarnos" y sabemos que esa decisión fue por amor y no por discordia. En eso es donde resaltamos. No importa el fin, si nos mudamos o no. Si nos casamos o no. Si te vas o volves. Lo importante es que sea lo que sea, sea con amor.
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