Anulada -enamorada-

Justo cuando volví a mirar hacia el otro lado, me abrazaste con eso que nunca mostras. Te vi atento y apasiovnado charlando sobre el mundo que elegiste vivir y todo lo que aprendes sobre él. Te vi atento y apasionado escuchando mis palabras en las reuniones. Me dijiste que te había encantado lo que había dicho. Y a mi me encanto que me escucharas. Luego sin titubear supiste contarme tus tristezas, lo que te incomodaba y preocupaba. Me abrazaste por las noches, y me hiciste el amor como nunca antes lo habías hecho. Y todavía sigo dudando, ¿sera porque habíamos fumado porro o porque en estos dias una puerta se abrió?. No puedo olvidarme de todas las cosas que me decías en la cama, como no ocultabas ni un pensamiento ni te resistías en tocarme. Si, debe haber sido el porro, pensé. Pero al día siguiente, volvió a ocurrir, esa milagrosa, sucia y pervertida ocasión.

Tus ojos brillaron todo el fin de semana, y me dijiste tantas veces que me amabas que me encontré abombada de dulzura. ¿Sera que volví a abrir los ojos y te vi claro y espontaneo? ¿O esta semana los astros se posicionaron en un lugar beneficiario para los dos?

Estoy tan agradecida, las sorpresas nunca se acaban, las palabra siempre pueden cambiar y mejorar. El sexo nunca se estanca en la rutina, y con vos comprendí que siempre, pero siempre, se la pasa cada vez mejor. Y estoy agradecida, mas que nada, porque los escenarios cambian, y nuestro amor crece. Y este año, que pensé que iba a ser determinante, termino siendo un regalo. La distancia nos enriquece, cada vez que nos vemos es una alegría inmensa.

Que aventura es nunca terminar de conocerte, que aventura es que siempre podamos cambiar para bien y que el mundo que nos espera siempre sea mejor. Que aventura tu mente, tus palabras, tu forma de ser. Que aventura tu sonrisa, tan radiante y seductora; que aventura tu vida, tus historias y los lazos entre ellas; que aventura el amor que me tenes y el amor que te tengo.