Del verano hasta hoy: mis mañanas
Un día por la mañana desperté:
¿quiero ser hoy la que fui ayer?
Con esa pregunta me levante
y el desayuno me prepare.
Recorrí toda mi casa
desde la cocina, hasta la terraza.
No sabía como empezar
a dejar de ser quien creía ser en verdad.
¿Cuales eran mis pasos
que realmente quería cambiar?
¿Cual eran los otros
que quería conservar?
Al fin y al cabo,
no logre darme cuenta
de como se hacía para cambiar.
Pero no alcanza con tan solo engañarse,
con creerse hecho y derecho
con creerse eternamente dispuesto a cumplir
los sueños.
La mañana paso,
volando, seguramente.
Y yo quede, sentada,
en el living,
en el piso,
helado,
con mis perras alrededor jugando.
Y una vez más
me volví a preguntar:
¿quiero ser hoy la que fui ayer?
¿quiero ser hoy la que fui ayer?
Con esa pregunta me levante
y el desayuno me prepare.
Recorrí toda mi casa
desde la cocina, hasta la terraza.
No sabía como empezar
a dejar de ser quien creía ser en verdad.
¿Cuales eran mis pasos
que realmente quería cambiar?
¿Cual eran los otros
que quería conservar?
Al fin y al cabo,
no logre darme cuenta
de como se hacía para cambiar.
Pero no alcanza con tan solo engañarse,
con creerse hecho y derecho
con creerse eternamente dispuesto a cumplir
los sueños.
La mañana paso,
volando, seguramente.
Y yo quede, sentada,
en el living,
en el piso,
helado,
con mis perras alrededor jugando.
Y una vez más
me volví a preguntar:
¿quiero ser hoy la que fui ayer?
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