Cuento V: Es así
"Es así"
de Mariana Jazmín Vaccaro
-¿Te das cuenta? Ya no sos la misma de antes, algo hizo un click en vos. Trata, por una vez en tu vida, trata de no hacer un lado lo que te digo. Ya se, si..es dificil. Pero escaparte a la larga te traera mas dificultades, tenes que hacerlo de una, como cuando te sacas una curita. No te enojes conmigo, no tengo la culpa. Si, castigate. Mandate a la mierda. Vas a terminar con mas dolor ensima. Y al final de todo, ¿Quién dice que esto es malo?..-
Eso era la cabeza de Sabrina mientras se observaba en el espejo al salir de bañarse. Se encontraba debastada. La guerra que duro tantos años, habia terminado. Tanto tiempo negandose, buscandole la vuelta al asunto. Tantas cosas hechas, al final fueron en vano. Y ahi estaba, dandose cuenta que todo lo que habia vivido, o lo que se habia exiguido vivir en, habia sido una mentira. Una farsa de su propia mente. ¿Cómo no estar enojada consigo misma?. Igual, ella sabia que ya no tenia mas remedio. Era hora de enfrentar la situación, por mas complicado que sea.. debia hacerlo.
Los dias transcurrieron, y el novio de Sabrina, Leandro, tambien tenia un buen mambo en la cabeza a causa de las actitudes extrañas de ella. Hace tiempo todo era tan distante, no por falta de amor, sino que por falta de atracción. Tan solo parecian compañeros, o amigos, que convivian juntos. El tambien se habia rendido ante eso, no podia hacer mas nada. ¿Qué generaba tanta distancia entre ellos dos? Ahora recordando bien, nunca fueron una pareja muy activa en el asunto del sexo.. o mejor dicho, ella no era muy activa. Y si, sus dudas lo llevaban al lado acertado, aunque tambien el mismo deseaba negarselo, pero.. era tan evidente. Ella..¿Lo era?. Si, no habia otra explicación. Todas las piezas del rompecabezas llevaban a eso.
Y hoy, se encuentran sentados cenando. Leandro se propone a si mismo hacer un último intento. Sabrina a su vez, esta decidida en decirselo esta noche.
-Amor, ¿Como te fue hoy?- Le dice Leandro, sumamente cariñoso mientras se le acerca y le comienza a dar besos en el cuello. Sabrina nerviosa le contesta muy brevemente. "Bien...a vos?". El sigue con los besos... por dentro esperaba un milgaro, pero bien sabia que no habia salida, era así.
Poco a poco, comienza a acariciarla más de lo adecuado, y ella, tensa, sentada en la silla, comienza a balbusear palabras intendibles. Leandro se detiene, el momento se aproxima. En ese instante, los dos sienten como se les cierra el estomago, y la respiración empieza a acelerarse. Cada vez las palabras de Sabrina empiezan a tener mas coherencia.
-Mira..me di cuenta que...me gustan las mujeres.- Exclama Sabrina, a punto de largarse a llorar. Y Leandro no lo duda ni un instante, y tira al piso lo primero que encuentra. Empiezan a gritarse, y sin escucharse al otro. Era así, si.. era así. Siempre fue así, y los dos estan avergonzados de haberse mentido tanto tiempo. Y lloran, se abrazan, se piden perdón. Se ven a los ojos, saben que no es el fin. Saben que no se tienen porque dejarse de ver. Son amigos, siempre lo han sido. Las horas pasan, y terminan rendidos en la cama, se duermen rapidamente. Llorar tanto los cansó.
de Mariana Jazmín Vaccaro
-¿Te das cuenta? Ya no sos la misma de antes, algo hizo un click en vos. Trata, por una vez en tu vida, trata de no hacer un lado lo que te digo. Ya se, si..es dificil. Pero escaparte a la larga te traera mas dificultades, tenes que hacerlo de una, como cuando te sacas una curita. No te enojes conmigo, no tengo la culpa. Si, castigate. Mandate a la mierda. Vas a terminar con mas dolor ensima. Y al final de todo, ¿Quién dice que esto es malo?..-
Eso era la cabeza de Sabrina mientras se observaba en el espejo al salir de bañarse. Se encontraba debastada. La guerra que duro tantos años, habia terminado. Tanto tiempo negandose, buscandole la vuelta al asunto. Tantas cosas hechas, al final fueron en vano. Y ahi estaba, dandose cuenta que todo lo que habia vivido, o lo que se habia exiguido vivir en, habia sido una mentira. Una farsa de su propia mente. ¿Cómo no estar enojada consigo misma?. Igual, ella sabia que ya no tenia mas remedio. Era hora de enfrentar la situación, por mas complicado que sea.. debia hacerlo.
Los dias transcurrieron, y el novio de Sabrina, Leandro, tambien tenia un buen mambo en la cabeza a causa de las actitudes extrañas de ella. Hace tiempo todo era tan distante, no por falta de amor, sino que por falta de atracción. Tan solo parecian compañeros, o amigos, que convivian juntos. El tambien se habia rendido ante eso, no podia hacer mas nada. ¿Qué generaba tanta distancia entre ellos dos? Ahora recordando bien, nunca fueron una pareja muy activa en el asunto del sexo.. o mejor dicho, ella no era muy activa. Y si, sus dudas lo llevaban al lado acertado, aunque tambien el mismo deseaba negarselo, pero.. era tan evidente. Ella..¿Lo era?. Si, no habia otra explicación. Todas las piezas del rompecabezas llevaban a eso.
Y hoy, se encuentran sentados cenando. Leandro se propone a si mismo hacer un último intento. Sabrina a su vez, esta decidida en decirselo esta noche.
-Amor, ¿Como te fue hoy?- Le dice Leandro, sumamente cariñoso mientras se le acerca y le comienza a dar besos en el cuello. Sabrina nerviosa le contesta muy brevemente. "Bien...a vos?". El sigue con los besos... por dentro esperaba un milgaro, pero bien sabia que no habia salida, era así.
Poco a poco, comienza a acariciarla más de lo adecuado, y ella, tensa, sentada en la silla, comienza a balbusear palabras intendibles. Leandro se detiene, el momento se aproxima. En ese instante, los dos sienten como se les cierra el estomago, y la respiración empieza a acelerarse. Cada vez las palabras de Sabrina empiezan a tener mas coherencia.
-Mira..me di cuenta que...me gustan las mujeres.- Exclama Sabrina, a punto de largarse a llorar. Y Leandro no lo duda ni un instante, y tira al piso lo primero que encuentra. Empiezan a gritarse, y sin escucharse al otro. Era así, si.. era así. Siempre fue así, y los dos estan avergonzados de haberse mentido tanto tiempo. Y lloran, se abrazan, se piden perdón. Se ven a los ojos, saben que no es el fin. Saben que no se tienen porque dejarse de ver. Son amigos, siempre lo han sido. Las horas pasan, y terminan rendidos en la cama, se duermen rapidamente. Llorar tanto los cansó.
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