Un shot de realidad
Siempre quise una habitación para mi sola, que las paredes sean rosas y estén todas escritas de frases, que tenga corchos para pegar mis fotos y una ventana muy abierta, con las mas hermosas cortinas. Un placard con toda la ropa que quiera, y debajo de él todos mis zapatos preferidos. Un
escritorio donde pueda tener mi computadora, un equipo de música y todos los maquillajes y accesorios que se me plazcan. Siempre quise tener mi espacio, donde solo habiten mis reglas, mis suspiros y mis llantos. Donde nada pueda interrumpirme ni ponerme un pie encima sin que yo lo permita. Siempre quise dejar de compartirlo todo, de contar lo que sentía, de expresar mis sentimientos, de dormir en la misma habitación con quien sea que sea. Siempre quise ser callada, seria y amargada... no mostrar mis debilidades ni mis fortalezas, ocultarme bajo mis sabanas y que nadie se entere de lo que me pasa. Irónicamente, mi habitación rosa quedaría bien si fuese extrovertida, alegre, entusiasta y divertida. Me imagino sentada en la cama, hermosa y tranquila. Nadie vendría a juzgarme por lo que hago en mi tiempo libre, nadie me pediría que le haga un favor porque no tendría a quien servirle. Solamente seria yo.
Siempre quise un millón de amigos, ser del otro bando. Ser la más linda de todas y que todo el mundo me lo reconozca. Siempre quise ser como todas aquellas chicas que envidie con todo mi corazón. Hasta el día de hoy las veo a cada una de ellas perfectas. Completamente perfectas. Si, supongo que algún pedazo roto tendrán dentro suyo, pero quien no. Aun así tienen su habitación rosa, el respeto de los demás, la belleza y la inteligencia. Y yo que... siempre quise, siempre quise. Solo eso, solo espere... y espere a que algún día este donde quiera estar. Y que todo deje de ser tan insoportable de una buena vez. Me aseguro cada día de que valió la pena ser quien fui en cada ocasión, que gracias a eso llegué a donde llegué y aprendí todo lo que aprendí. Me lleno la cabeza de palabras dulces para olvidarme del amargo sabor que tengo en mi garganta desde hace tanto tiempo. Si, siempre hay alguien peor.. jaja, eso me diría mi hermana. Siempre tan astuta ante todo, siempre tan pre-juiciosa con cada respiro que doy. Me atormenta con su existencia, siempre desaprobandome como si quisiera que solamente yo desee que me apruebe. Ella quiere ser la mejor de todas y solo puede comprobarlo en mi. Jugando conmigo. Y cada momento de flexibilidad, donde le comparto un poco de mis tristeza, ella la niega. Me la devuelve diciendo que no vale nada, que no tiene importancia, que es solo una tontería. Ja...siempre fue una tontería lo que me paso. De esa manera nunca nadie perdió el tiempo escuchando mis sollozos. Cada momento en los que me hundí de tristeza, me espero la soledad para hundirme aún más. Porque en mi casa, donde todo se ve y todo se comparte, a la vez nadie te abre una mínima puerta. Y yo, como una tonta, siempre jugué el juego contrario. Abrí todo, di todo. Estuve en cada momento de tristeza de mi familia. Les di mis oídos, mis palabras, mis caricias... hasta mis lagrimas. Pero cada vez que yo bajaba la guardia, cada vez que me ponía a llorar, todos daban la media vuelta y repetían una vez más que solo era una estupidez, que mis problemas no eran problemas... que no pierda el tiempo.
Que tarados, si al fin y al cabo todos lloramos por lo mismo. Cada vez que mi mamá se derrumbo, o mis hermanas, o hasta mi papá... todo fue por la misma razón, el mismo dolor de la pura existencia. Teniendo la edad que sea, no se sufre por otra cosa que por esa razón.
Que molestia... toda mi vida a los pies de los demás, rogándoles respeto y aprobación chupando sus medias y lamiendo sus oídos. Todos mis días los dedique en simplemente tratar de ser un poquito más popular, en ser un poquito más linda. Y sobre mi habitación, lo único que tengo es la frasada
color rosa.
No se porque siempre pasa lo mismo en todos nosotros, y no entiendo porque aún así no es imposible ver la mirada del otro. Siempre estamos detrás de alguien y de esa manera le damos la espalda a otra persona. Buscamos y buscamos esa puta satisfacción... y no hacemos nada
mas que eso.
Me encantaría decir que me canse (aunque fuese cierto), me encantaría en este preciso instante tirarme al suelo a llorar y patalear. Me encantaría llamar a mi novio y gritarle de una vez por todas que no me gusta que me hagan esperar. Pero.... no serviría de nada. Aunque me canse, aunque llore, aunque grite, hay mil días más para vivir, donde tengo la obligación de sonreír, de ser amable, de tener amigos, y ser feliz. Las pocas veces que intente alejarme no me funciono. Se ve que no estoy tan loquita como para lograrlo. No se si aliviarme o entristecerme por eso. Aun así, amigos ya ni tengo. Por distintos motivos les di la espalda a todos y ellos me la dieron a mi. No se que tanto vale el esfuerzo de dejar atrás cada persona que me rompió el corazón. A la vez también fueron las mismas personas que me llenaron de amor. Es la maldita ironía que se da en la vida: no hay buenos ni malos, no hay personas que te amen o que te odien... todo se da al mismo tiempo, en la misma persona. Y todos aquellos que te den tu mano te podrán clavar un cuchillo en la espalda. No tiene sentido, es el precio de estar vivo. O mejor dicho, es de lo que se vale la vida. El amor y el odio siempre estuvieron unidos. Nadie se salva de ninguna de ambas cosas. Por eso, me parece un poco absurdo haberme hecho la valiente cuando le puse fin a cada una de mis amistades. Siempre fui tan resentida, tan vengativa. Siempre me senté a esperar a ver cuando caerían, cuando pagarían por lo que me hicieron. Jaja, como si a sus vidas les importara los rasguños que me han hecho. No debería creerme tan importante. Todas las veces que me lastimaron solo fue una consecuencia más de algún acto que decidieron hacer en sus vidas. Probablemente nunca tuvieron la intención ni la necesidad de hacerme llorar. Y ademas,si por un instante me pongo a pensar, yo también debí haber roto algún corazón.
Mi habitación rosa se aleja más y más. El deseo de como quería que fuese mi vida se va escabullendo de mis manos. Los años pasan y todo parece estar igual. Siempre sola...fea, amargada, aburrida y dependiente de los demás. Ya no le encuentro sentido a seguir jugando a que tengo orgullo. No se porque mierda me hago creer cada día que pasa que soy mejor que antes, que llegue muy lejos, que cambie, que tengo un valor mas grande del que creí. Me canse de mis palabras comprensivas y agradables, me canse de fumarme el verso de todos los que se enamoraron de mi y los discursos de las veces que mis amigas creyeron en mi. Solo son palabras fáciles de decir. A quien sea que se las digas lo podes hacer sonreír, no tienen personalidad especifica, no están dirigidas a nadie en realidad. Es un discurso grabado en nuestras mentes que repetimos sin cesar. Y me lo han dicho y me lo dicen. Me aseguran que soy hermosa, que soy real, que valgo la pena y mucho mas. Me dicen que mi vida es grandiosa, que logre muchas cosas, que todo lo que viví me transformo en la increíble persona que soy hoy en día. Si... no se si es cierto o que. Pero yo debería dejar de atarme a todos esos dichos. Debería vivir independientemente.
Quisiera ser libre... libre de cada persona que llego a mi vida y llegara. Tener que dejar de esperar que alguien me mire para sentirme real. Tener que dejar de querer que alguien me apruebe para sentir que estoy en lo correcto. Vivir y ya...¿acaso es tan difícil? ¿en serio vivir solamente se trata de eso, de estar detrás de las sombras de los demás? ¿de sacarte buenas notas para que tus padres estén orgullosos de vos? ¿de estudiar una carrera y llegar a ser un profesional destacado para que todo el mundo reconozca lo valioso que sos? ¿de ser amable con el resto para que cada persona que te conozca sienta placer con encontrarte? ¡Qué molesto! ¡qué insoportable vivir así! ¡porque de esa manera atas tu vida al todo o nada! ¡dejas todos tus sueños, todos tus valores, y todas tus sonrisas en decisión del resto! ¡no entiendo porque mierda tendría que vivir mi vida así! Y lo peor es que es tan irresistible... es tan valioso cada vinculo que hiciste y que harás en la vida. Es tan importante que los ojos del resto te miren y te sonrían. Es como si no hubiese otra cosa en el mundo que nos hiciera sentir reales. Mientras estemos callados, solitarios y navegando por los rincones mas oscuros de nuestra mente, más allá de las conclusiones que saquemos y de la
inteligencia que lleguemos a desarrollar...no nos veremos, no sentiremos absolutamente nada. Ni mil espejos funcionan para llegar a hacernos notar que estamos vivos. Solo los ojos de los demás pueden darnos la vida. Solo las palabras del resto le ponen punto final a nuestras oraciones. Delegamos todo, absolutamente todo, quedando incapaces de hacer algo por nosotros mismos. Pareciera que el amor que nos tenemos solo nos ayuda a mantenernos vivos pero no a darnos realmente satisfacción y alegría. Sabemos sobrevivir muy bien.... pero no sabemos vivir en verdad, vivir plenamente y satisfactoriamente. Vivir llenos de placer y alegría, de realidad y de armonía. Vivir... vivir.
Al fin y al cabo, uno nunca termina de nacer.
escritorio donde pueda tener mi computadora, un equipo de música y todos los maquillajes y accesorios que se me plazcan. Siempre quise tener mi espacio, donde solo habiten mis reglas, mis suspiros y mis llantos. Donde nada pueda interrumpirme ni ponerme un pie encima sin que yo lo permita. Siempre quise dejar de compartirlo todo, de contar lo que sentía, de expresar mis sentimientos, de dormir en la misma habitación con quien sea que sea. Siempre quise ser callada, seria y amargada... no mostrar mis debilidades ni mis fortalezas, ocultarme bajo mis sabanas y que nadie se entere de lo que me pasa. Irónicamente, mi habitación rosa quedaría bien si fuese extrovertida, alegre, entusiasta y divertida. Me imagino sentada en la cama, hermosa y tranquila. Nadie vendría a juzgarme por lo que hago en mi tiempo libre, nadie me pediría que le haga un favor porque no tendría a quien servirle. Solamente seria yo.
Siempre quise un millón de amigos, ser del otro bando. Ser la más linda de todas y que todo el mundo me lo reconozca. Siempre quise ser como todas aquellas chicas que envidie con todo mi corazón. Hasta el día de hoy las veo a cada una de ellas perfectas. Completamente perfectas. Si, supongo que algún pedazo roto tendrán dentro suyo, pero quien no. Aun así tienen su habitación rosa, el respeto de los demás, la belleza y la inteligencia. Y yo que... siempre quise, siempre quise. Solo eso, solo espere... y espere a que algún día este donde quiera estar. Y que todo deje de ser tan insoportable de una buena vez. Me aseguro cada día de que valió la pena ser quien fui en cada ocasión, que gracias a eso llegué a donde llegué y aprendí todo lo que aprendí. Me lleno la cabeza de palabras dulces para olvidarme del amargo sabor que tengo en mi garganta desde hace tanto tiempo. Si, siempre hay alguien peor.. jaja, eso me diría mi hermana. Siempre tan astuta ante todo, siempre tan pre-juiciosa con cada respiro que doy. Me atormenta con su existencia, siempre desaprobandome como si quisiera que solamente yo desee que me apruebe. Ella quiere ser la mejor de todas y solo puede comprobarlo en mi. Jugando conmigo. Y cada momento de flexibilidad, donde le comparto un poco de mis tristeza, ella la niega. Me la devuelve diciendo que no vale nada, que no tiene importancia, que es solo una tontería. Ja...siempre fue una tontería lo que me paso. De esa manera nunca nadie perdió el tiempo escuchando mis sollozos. Cada momento en los que me hundí de tristeza, me espero la soledad para hundirme aún más. Porque en mi casa, donde todo se ve y todo se comparte, a la vez nadie te abre una mínima puerta. Y yo, como una tonta, siempre jugué el juego contrario. Abrí todo, di todo. Estuve en cada momento de tristeza de mi familia. Les di mis oídos, mis palabras, mis caricias... hasta mis lagrimas. Pero cada vez que yo bajaba la guardia, cada vez que me ponía a llorar, todos daban la media vuelta y repetían una vez más que solo era una estupidez, que mis problemas no eran problemas... que no pierda el tiempo.
Que tarados, si al fin y al cabo todos lloramos por lo mismo. Cada vez que mi mamá se derrumbo, o mis hermanas, o hasta mi papá... todo fue por la misma razón, el mismo dolor de la pura existencia. Teniendo la edad que sea, no se sufre por otra cosa que por esa razón.
Que molestia... toda mi vida a los pies de los demás, rogándoles respeto y aprobación chupando sus medias y lamiendo sus oídos. Todos mis días los dedique en simplemente tratar de ser un poquito más popular, en ser un poquito más linda. Y sobre mi habitación, lo único que tengo es la frasada
color rosa.
No se porque siempre pasa lo mismo en todos nosotros, y no entiendo porque aún así no es imposible ver la mirada del otro. Siempre estamos detrás de alguien y de esa manera le damos la espalda a otra persona. Buscamos y buscamos esa puta satisfacción... y no hacemos nada
mas que eso.
Me encantaría decir que me canse (aunque fuese cierto), me encantaría en este preciso instante tirarme al suelo a llorar y patalear. Me encantaría llamar a mi novio y gritarle de una vez por todas que no me gusta que me hagan esperar. Pero.... no serviría de nada. Aunque me canse, aunque llore, aunque grite, hay mil días más para vivir, donde tengo la obligación de sonreír, de ser amable, de tener amigos, y ser feliz. Las pocas veces que intente alejarme no me funciono. Se ve que no estoy tan loquita como para lograrlo. No se si aliviarme o entristecerme por eso. Aun así, amigos ya ni tengo. Por distintos motivos les di la espalda a todos y ellos me la dieron a mi. No se que tanto vale el esfuerzo de dejar atrás cada persona que me rompió el corazón. A la vez también fueron las mismas personas que me llenaron de amor. Es la maldita ironía que se da en la vida: no hay buenos ni malos, no hay personas que te amen o que te odien... todo se da al mismo tiempo, en la misma persona. Y todos aquellos que te den tu mano te podrán clavar un cuchillo en la espalda. No tiene sentido, es el precio de estar vivo. O mejor dicho, es de lo que se vale la vida. El amor y el odio siempre estuvieron unidos. Nadie se salva de ninguna de ambas cosas. Por eso, me parece un poco absurdo haberme hecho la valiente cuando le puse fin a cada una de mis amistades. Siempre fui tan resentida, tan vengativa. Siempre me senté a esperar a ver cuando caerían, cuando pagarían por lo que me hicieron. Jaja, como si a sus vidas les importara los rasguños que me han hecho. No debería creerme tan importante. Todas las veces que me lastimaron solo fue una consecuencia más de algún acto que decidieron hacer en sus vidas. Probablemente nunca tuvieron la intención ni la necesidad de hacerme llorar. Y ademas,si por un instante me pongo a pensar, yo también debí haber roto algún corazón.
Mi habitación rosa se aleja más y más. El deseo de como quería que fuese mi vida se va escabullendo de mis manos. Los años pasan y todo parece estar igual. Siempre sola...fea, amargada, aburrida y dependiente de los demás. Ya no le encuentro sentido a seguir jugando a que tengo orgullo. No se porque mierda me hago creer cada día que pasa que soy mejor que antes, que llegue muy lejos, que cambie, que tengo un valor mas grande del que creí. Me canse de mis palabras comprensivas y agradables, me canse de fumarme el verso de todos los que se enamoraron de mi y los discursos de las veces que mis amigas creyeron en mi. Solo son palabras fáciles de decir. A quien sea que se las digas lo podes hacer sonreír, no tienen personalidad especifica, no están dirigidas a nadie en realidad. Es un discurso grabado en nuestras mentes que repetimos sin cesar. Y me lo han dicho y me lo dicen. Me aseguran que soy hermosa, que soy real, que valgo la pena y mucho mas. Me dicen que mi vida es grandiosa, que logre muchas cosas, que todo lo que viví me transformo en la increíble persona que soy hoy en día. Si... no se si es cierto o que. Pero yo debería dejar de atarme a todos esos dichos. Debería vivir independientemente.
Quisiera ser libre... libre de cada persona que llego a mi vida y llegara. Tener que dejar de esperar que alguien me mire para sentirme real. Tener que dejar de querer que alguien me apruebe para sentir que estoy en lo correcto. Vivir y ya...¿acaso es tan difícil? ¿en serio vivir solamente se trata de eso, de estar detrás de las sombras de los demás? ¿de sacarte buenas notas para que tus padres estén orgullosos de vos? ¿de estudiar una carrera y llegar a ser un profesional destacado para que todo el mundo reconozca lo valioso que sos? ¿de ser amable con el resto para que cada persona que te conozca sienta placer con encontrarte? ¡Qué molesto! ¡qué insoportable vivir así! ¡porque de esa manera atas tu vida al todo o nada! ¡dejas todos tus sueños, todos tus valores, y todas tus sonrisas en decisión del resto! ¡no entiendo porque mierda tendría que vivir mi vida así! Y lo peor es que es tan irresistible... es tan valioso cada vinculo que hiciste y que harás en la vida. Es tan importante que los ojos del resto te miren y te sonrían. Es como si no hubiese otra cosa en el mundo que nos hiciera sentir reales. Mientras estemos callados, solitarios y navegando por los rincones mas oscuros de nuestra mente, más allá de las conclusiones que saquemos y de la
inteligencia que lleguemos a desarrollar...no nos veremos, no sentiremos absolutamente nada. Ni mil espejos funcionan para llegar a hacernos notar que estamos vivos. Solo los ojos de los demás pueden darnos la vida. Solo las palabras del resto le ponen punto final a nuestras oraciones. Delegamos todo, absolutamente todo, quedando incapaces de hacer algo por nosotros mismos. Pareciera que el amor que nos tenemos solo nos ayuda a mantenernos vivos pero no a darnos realmente satisfacción y alegría. Sabemos sobrevivir muy bien.... pero no sabemos vivir en verdad, vivir plenamente y satisfactoriamente. Vivir llenos de placer y alegría, de realidad y de armonía. Vivir... vivir.
Al fin y al cabo, uno nunca termina de nacer.
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