otra flor que no esta
El día del niño de este año tiene un valor distinto al de cualquier otro anterior, ya que me hace darme cuenta de lo que ya casi no soy. Mirenme, 18 años, en la facultad, con planes de irme a vivir sola el año que viene. ¿Qué onda? ¿En qué momento deje de ser una nena? Y ahí es cuando me doy cuenta que hace ya mucho tiempo que lo deje de ser. Las vuelta de la vida me pusieron en una situación donde tuve que romperme el bocho una y mil veces, y eso me hizo ser siempre "más madura" que los demás. Las vueltas de la vida me hicieron crecer tan de golpe, tanto que no quería, tanto que no se que hacer con tanto crecimiento. Lo más triste es que chico se es una sola vez en la vida, y aunque se que siempre estará dentro mio esa parte infantil, me asusta que algún día se esconda tanto que no pueda encontrarla.
Quisiera decir algo lindo de mi niñez, pero solo divago en pensamientos tristes. Me enferma saber que nunca tuve el lugar donde explayarme, siempre tuve que estar atenta, siempre tuve que andar sacando conclusiones ya que nadie paro un segundo a explicarme porque mierda sentía tanto dolor.
No quiero andar repartiendo culpas, ni tampoco hacerme responsable a mi. Con 7 años de vida uno no puede controlar ningún pensamiento, solo siente, solo vive.. y la vida solo me daba angustia, y yo la recibía ¿qué mas podía hacer?
Quisiera poder decir "como me gusto mi infancia", pero no es así. Estuve tan sola ese tiempo, tan desolada, perdida, desentendida con el mundo exterior. ¿Quién quisiera volver a estar así? Aún así tan sola no estuve. Tal vez personas no me acompañaban, pero tuve mi compañía, tuve mi amiga, tuve a quien abrazar, con quien llorar, jugar, reír: con quien ser una niña. Estaba ella conmigo, Irupé. Una simple mascota para todos, pero para mi era mi mejor amiga y nunca dude de eso. Cuando nadie me escuchaba ni me consolaba al llorar, ella estaba ahí para lamerme las lagrimas. Siempre, todas las tardes, salia al patio a compartir tiempo con ella.. y ahí era el único instante donde nada más importaba, donde -por fin- estaba acompañada. Nunca me sentí sola al lado de ella, nunca me sentí mal.
¿Cómo no extrañarte mi amor? Cuando te fuiste fue la perdida mas triste que viví en mi vida. Verte ir fue ver ir por completo mi niñez, toda esa parte mía. Despedirme de vos fue saber que iba a estar sola, que ya no iba a tener esa compañía que me refugiaba del mundo, ya nada iba a ser como antes. Eras más que una simple perrita, fuiste lo mejor de mi niñez. No hay día que no te extrañe, día que no te necesite. Gracias Irupé, donde sea que estes.. Gracias por todos los días que viviste, por haber existido, por hacerme tan feliz cuando nadie ni nada podía hacerme sonreír. Gracias por este hermoso recuerdo que dejaste en mi. Nunca te voy a olvidar, nunca te voy a dejar de amar.
Quisiera decir algo lindo de mi niñez, pero solo divago en pensamientos tristes. Me enferma saber que nunca tuve el lugar donde explayarme, siempre tuve que estar atenta, siempre tuve que andar sacando conclusiones ya que nadie paro un segundo a explicarme porque mierda sentía tanto dolor.
No quiero andar repartiendo culpas, ni tampoco hacerme responsable a mi. Con 7 años de vida uno no puede controlar ningún pensamiento, solo siente, solo vive.. y la vida solo me daba angustia, y yo la recibía ¿qué mas podía hacer?
Quisiera poder decir "como me gusto mi infancia", pero no es así. Estuve tan sola ese tiempo, tan desolada, perdida, desentendida con el mundo exterior. ¿Quién quisiera volver a estar así? Aún así tan sola no estuve. Tal vez personas no me acompañaban, pero tuve mi compañía, tuve mi amiga, tuve a quien abrazar, con quien llorar, jugar, reír: con quien ser una niña. Estaba ella conmigo, Irupé. Una simple mascota para todos, pero para mi era mi mejor amiga y nunca dude de eso. Cuando nadie me escuchaba ni me consolaba al llorar, ella estaba ahí para lamerme las lagrimas. Siempre, todas las tardes, salia al patio a compartir tiempo con ella.. y ahí era el único instante donde nada más importaba, donde -por fin- estaba acompañada. Nunca me sentí sola al lado de ella, nunca me sentí mal.
¿Cómo no extrañarte mi amor? Cuando te fuiste fue la perdida mas triste que viví en mi vida. Verte ir fue ver ir por completo mi niñez, toda esa parte mía. Despedirme de vos fue saber que iba a estar sola, que ya no iba a tener esa compañía que me refugiaba del mundo, ya nada iba a ser como antes. Eras más que una simple perrita, fuiste lo mejor de mi niñez. No hay día que no te extrañe, día que no te necesite. Gracias Irupé, donde sea que estes.. Gracias por todos los días que viviste, por haber existido, por hacerme tan feliz cuando nadie ni nada podía hacerme sonreír. Gracias por este hermoso recuerdo que dejaste en mi. Nunca te voy a olvidar, nunca te voy a dejar de amar.
Hola Mariana. La verdad es que hasta el nombre de tu amiga es hermoso: Irupé. El recuerdo de mis 7 años (sólo puedo entender lo que sentiste desde mi propia experiencia) y tu historia, me hacen pensar que la soledad no es un sentimiento como la mayoría, que sólo comenzamos a sentir cuando nos avisan que existe. La soledad se puede experimentar a los 7 años (y mucho antes tambien), y tal vez sea el sentimiento humano por excelencia. Irupé es una especie de alga en forma de plato que se mantiene suspendida sobre el agua. ¡El recuerdo de tu compañera va a estar siempre flotando con esa misma delicadeza! Así que tu niñez va a seguir girando en torno a ella, con toda su ternura. Gracias por compartir esta historia!
ResponderBorrarGracias a vos por tomarte el tiempo de leerla, y de comentarla. Muy lindas tus palabras, me hicieron muy bien.
ResponderBorrarLa soledad es un sentimiento peligroso, puede debilitarnos, más cuando somos chicos.. pero creo que una de las cosas que aprendemos al ser grandes (o por lo menos fue así en mi caso) es encontrarle el sabor a la soledad, y saber disfrutarla. Pues es un sentimiento que siempre va a estar, pero eso no debe ser motivo de angustia.
Aún así siempre voy a anhelar la gracia que le daba a mis días mi perrita.
De nuevo te digo muchas gracias :) Como inocente escritora que soy me pone muy contenta que hayas llegado hasta este blog y me hayas leído!
Te mando un beso.
¡Qué bien! Llegué a tu blog de casualidad (igual la casualidad que produce el insomnio vale menos que la standar) y me resultó inevitable comentar al notar tu sensibilidad. Los sentimientos, cuando se expresan con fuerza, se hacen ver. Un dato curioso que recordé hoy: un antropólogo y lingüista (bah, una eminencia: Carlos Reynoso), me dijo una vez que la edad de 7 años es clave en el desarrollo del lenguaje abstracto. ¿Será que a partir de esa edad podemos concebir la soledad como tal y antes no? No por nada hablaste de esa edad y no de otra... Aunque puede ser otra casualidad...Te mando un beso!
ResponderBorrarAh!Ya que estamos en el intercambio artístico. Te invito a escuchar algunas de mis canciones... www.myspace.com/santiagozabaleta
Pfff, que interesante lo que me decís! No lo se, hay varias teorías sobre el desarrollo mental de un niño. Yo principalmente solo conozco la de Piaget (que para mi es la mas interesante), la de vigotsky, y alguna que otra más. Pero bueno, yo estoy estudiando Psicología (vah, estoy en el cbc) asi que supongo que más adelante comprenderé con exactitud porque aquella edad es clave. Aún así en mi caso creo que me referí a esa edad ya que fue cuando comencé la primaria y no tenia amigos, mis hermanas ya eran más grandes, mi madre estaba enferma y mi padre se corrió a un costado.. Todas esas cuestiones hicieron que me de cuenta que la vida no era color de rosa.
ResponderBorrarEn fin, por otro lado yo no creo en las casualidades :) Ahora me paso por tu pagina y escucho tus canciones.
Nuevamente, muchas gracias!!!
Un beso
Me encantan tus publicaciones, muy cierta cada palabra que dijiste, Hermosas palabras :)
ResponderBorrarGracias Barbi!!!♥
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